Había días en los que Mal se despertaba y no sabía muy bien donde estaba, si boca arriba o boca abajo; con los pies en la almohada y la cabeza a los pies de la cama, o al revés. Esos días perdía un poco el norte e iba por ahí dando bandazos.
Como si hubiera perdido un poco su órbita.
Pero pisaba el mundo como si con cada paso conquistara un continente.
Ay, me encanta *-* La entrada, la foto (ay, qué peli más maja >//<), Mal y tus entradas, TODO.
ResponderEliminarPorque eso de despertarse y pensar "¿Dónde... cómo?" nos ha pasado a todos alguna vez :)
Yo también quiero que me besen montada en un dragón, ¿donde puedo encontrar uno? (:
ResponderEliminarMe encanta, porque todos tenemos días en los que perdemos nuestra órbita, aunque sea un poco.
Mal tenía una manera muy curiosa de pisar, muy molona. Me encantan Mal, y tus entradas!
ResponderEliminarHe dado con tu blog de milagro, y jo, ¡es super mono! ><
ResponderEliminarMe quedaré aquí para leerte :)
Crêpes
con
Nutella.
Yo llevo meses con la órbita de paseo, será por eos que entiendo a Mal.
ResponderEliminarY envidia cochina que le tengo, que yo también quiero un dragón e.e
"Pero pisaba el mundo como si con cada paso conquistara un continente"
ResponderEliminarMe ha enamorado tanto que con tu permiso, ¡me la apunto en mi documento de citas! (Que por cierto. Hay algunas personitas igual a Mal. ¡Pero todavía no conozco ninguna que quiera ser besada montada en dragón!)
Un título muy bonito. Y una entrada que... más de lo mismo, aw *w*