15.5.11

Oye, Perséfone, te enfadas como si hubiera tenido otra opción, como si hubiera tenido otra alternativa que no fuera secuestrarte y llevarte al mismísimo infierno conmigo. Como si nada más verte la moneda no hubiera caído cruz, y hubiera ganado yo.

Joder, Perséfone, ¿cómo querías que no te secuestrara?

1 comentario: