18.9.11

¿Qué hay de ese beso, Saumensch?


Oye, Prusia, me apuntabas con aquella espada, ¿te acuerdas? Me derribaste, caí con todo el quipo, ni siquiera Austria fue capaz de volver a levantarme después de aquello, después de ti.

Incendiaste mis ciudades, atravesaste mis fronteras, con esa sonrisa de canalla en la cara, con ese ejército tuyo del que te sentías tan orgulloso. Y me mirabas como si estuvieras dispuesto a clavármela, la espada, tus mapas, hasta el fondo, hasta el corazón. Como si quisieras hacerme añicos y luego volver a reconstruirme, pieza a pieza.

¿En qué momento dejaste de empuñar la espada y me la diste a mí? ¿Cuándo invertimos las posiciones y empezaste a pedirme besos en vez de territorios? ¿Cuándo empecé a querer dártelos?

“-Hey, Hungría, vamos a perderlo todo, hasta el nombre, hasta las fronteras…

Y al final… ¿Cómo me dejaste sola en medio de tanta guerra?

… Pero siempre te tendré en mi Historia, Saumensch.”

4 comentarios:

  1. Me uno a Zima. Me veo incluso capaz de dirigir misiles atómicos hasta tu habitación, Fri... Bremen.

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  2. ME ENCANTA. Tanto la referencia a la Ladrona de Libros como todo lo demás. ME ENCANTA.
    Estoy con Zima. Más.

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