Estás
en medio de una tormenta de las gordas, de esas que bien podrían ser infiernos
disfrazados, con la chica que te gusta al lado, esa chica por la que harías lo
que fuera para protegerla, para sacarla de allí sana y salva y poder decirle
luego lo idiota que es hasta que se te llene la boca de todos los te quieros
que no eres capaz de decirle cuando no estás volando. ¿Y qué se le ocurre decir a
ella en medio de ese infierno?
-Me
alegro de que seas tú.
No es
que los hombres hayamos perdido la galantería, joder, es que nos la habéis
robado vosotras.
En un momento así, la caballerosidad está sobrevalorada.
ResponderEliminarInteresante, me gusta <33
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