Hoy me cambiaría de nombre.
Sí, sí, como lo oís.
Dejaría de ser MªJosé la que siempre se viste de invisible, y me llamaría Friday, la que sabe a principios de libertad, a fin de semana, a viernes. Y huele a fiesta y a flores, y también un poco a libros. A primavera y otoño.
Me quitaría mi traje de invisible y me vestiría de sol (y a veces de lluvia) y de misterio.
Incluso dejaría que mis amigos me llamaran Free.
A lo mejor hoy no me apetece ser yo, y me apetece ser un gato callejero.
O una simple desconocida.
Tienes un antojo. Lo comprendo, si Friday sabe a viernes... entonces sabe muy bien. ¡Y qué bonito cómo lo has descrito!
ResponderEliminarAunque no he podido estar de acuerdo en una cosa... y es que yo no cambiaría mi invisibilidad y fantasmería por nada.
(Vale, miento. A veces me ha apetecido ser rana.)
todos, a veces, sin querer o queriendo, hemos querido ser otra persona... y yo me convertiría en el tipo de la chica de los chicos que me gustan, y olería a felicidad, a carícias, a secretos
ResponderEliminarfantástico...
a mí a veces me apetece ser un gato callejero, pero soy demasiado remilgada.
ResponderEliminar(tres pares
de cosquillas
en la nariz)