24.10.10

Sé que no puedes dormir

-Sé que no puedes dormir.

Me giré y la miré, enarcando una ceja.

-¿Qué?

-Sé que no puedes dormir.

-Lo había escuchado a la primera, preciosa.

Hubo un silencio de esos que te llenan los bolsillos.

-¿Entonces por qué dices “Qué”?

-Porque no sé a qué viene eso ahora.

-Ah, pues, viene de mi boca y después llega a tus oídos, a tu cerebro…

-Mira, nena, hoy no estoy de muy buen humor. ¿Así que porqué no te vas a molestar a otro?

-Me gusta molestarte a ti. Me diviertes.

Observé a mi carcelera con resignación, consciente de que no podía hacer nada, salvo jugar a un ajedrez imaginario conmigo mismo (aquel era mi último pasatiempo). Y había llegado a la conclusión de que era demasiado listo para mi bien, nunca conseguía ganarme. Me encontraba allí, atado de pies y manos en aquella celda maloliente, y eso me ponía furioso, me ahogaba. Como un león enjaulado y malhumorado.

¿Cómo era posible que una chiquilla como esa hubiera conseguido ponerme entre rejas? Era humillante, eso es lo que era.

-¿Qué quieres?

Pareció pensárselo un momento increíblemente largo, seguramente calibrando mi respuesta con aquella mente retorcida y simplona que tenía.

-Mirarte, eres guapo.

-Gracias.

-No era un cumplido.

Ladeó la cabeza y me miró con sus horribles ojos violetas, sentada en suelo al lado de mi celda con los brazos rodeándose las piernas. Ninguno dijo nada durante varios minutos, pero tendría que haber sabido que aquello no iba a durar mucho porque sabía que Cilla no podía estar más de cuatro minutos callada, lo tenía cronometrado.

-Los ves, ¿verdad? Cuando duermes.

-¿A quiénes?

-A todas esas personas a las que has matado. Por eso no puedes dormir.

-Claro que puedo dormir, soy un asesino y un mentiroso así que duermo exactamente igual de bien que tú, Cilla. Diría que incluso mejor, esta noche por ejemplo he tenido un sueño increíblemente obsceno, ¿quieres que te lo cuente?

-No me llamo Cilla, y sí, quiero que me lo cuentes.

Siempre conseguía desarmarme.

-¿Cómo te llamas entonces?

No dijo nada y se apartó el pelo negro de su pálida cara. Sin quitarme los ojos de encima ni un solo segundo.

-Da igual, puedes seguir llamándome Cilla, me gusta.

-No quiero que te guste. ¿Es que no tienes nombre?

-Me lo robaron.

Estaba más loca que una cabra, pero no sé porque me lo creí. Esa chica parecía ser tan lógicamente ilógica que no podía ser de otra manera.

-Eso no puede ser.

Se encogió de hombros y se puso a tararear la canción de los Simpsons. Aunque claro, cuatro minutos después volvió a la carga. Era terriblemente insufrible y desconsiderada, y encima era lo único que tenía contra el aburrimiento. Fantástico.

-No me lo trago.

-Creo que me he perdido, preciosa.

-Sé que no puedes dormir, Hawk. Estoy convencida de que mi padre no te deja pegar ojo.

Ah claro, su padre, la víctima número tres. Me pregunto cómo se lo tomaría si supiera que sólo había matado una vez en toda mi vida, y que encima el muy hijo de puta tubo la poca decencia de morirse. Las otras víctimas, todos los otros, no habían sido cosa mía, ni siquiera sabía quién había sido el maldito asesino. Triste pero cierto, y ahí estaba yo, el gran Hawk, con millones de pecados a la espalda, encerrado por el único que no había cometido.

La ironía estaba cebándose conmigo.

-Pero como tampoco me deja dormir a mí, he pensado venir aquí abajo, al infierno, y hacerte compañía. Si yo vigilo, no dejaré que ellos se te acerquen, y podrás dormir un poco.

-Lárgate, sólo hay un fantasma que no me deja dormir, y contra ese no puedes hacer nada. Nadie puede.

Me miró exactamente como si lo comprendiera.

-Te cantaré.

-Paso, no quiero dormir escuchando la canción de los Simpsons.

Cilla sonrió, y si yo hubiera sido cualquier otra persona, se hubiera parado el mundo. Cilla era un bombón.

-Me sé otras canciones.

Yo estaba demasiado cansado para discutir, así que me callé, esperando que al cuarto minuto comenzara a parlotear. Pero al cuarto minuto comenzó a cantar una canción que no había escuchado nunca. Y todo hay que decirlo, Cilla tenía una voz que rompía corazones, de la que escucharías durante horas y después te comprarías el Cd, no te lo descargarías de internet.

Cerré los ojos.

-Me llamaba Norte.

Pero yo ya estaba dormido.

7 comentarios:

  1. Qué diálogo genial. Casi tanto como lo que he podido ir viendo de Hawk.

    Además, lo del silencio que llena los bolsillos, o el único fantasma que no le deja dormir, han sido grandes puntos.

    Y si Cilla canta igual de bien que suena su nombre, ah.

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  2. Sin palabras, chica, me has dejado sin palabras.
    El diálogo me ha dejado con la cabeza dándome vueltas. Hay unas frases que... me han matado, cada una un poquito, pero serían muchas como para citarlas.
    No se quien me encanta más, si Hawk o Cillia, porque los dos tienen una cantidad de magia desbordante.

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  3. Genial, el texto. De verdad. ;)
    Y tu blog también, así que me quedaré por aquí a ver si muestras más de esos personajes tuyos tan especiales.

    Muás de los que suenan fuerte y bonito para ti, porque escribes hermoso!

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  4. Siempre es un verdadero placer pasearse por estos sitios. Posee personajes maravillosos >w< Nos vemos a la proxima entrada ^0^'

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  5. Eh, lo bueno de que te roben el nombre es que siempre puedes conocer a un asesino que te dé uno nuevo y más chulo.
    Hawk sí que rompe corazones :3

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  6. Casualidades de la vida, este mediodía casi me como el escaparate de un proyecto de tienda llamado 'Friday's project' (explicación [no]necesaria de por qué estoy aquí...

    (:

    Cilla (Norte) resulta un ser curioso. Esa capacidad de silencio de cuatro minutos exactos, lo incordio que resulta (esa clase de molestia que resulta adorable a fin de cuentas). Sin embargo, Hawk y su historia me resultan desconcertantes...

    (Jugar a ajedereces imaginarios parece difícil... seguro que yo termino haciéndome trampa a mí misma...)

    Buscaré a ver si hay alog más de ellos en el blog, si son una escena, un esbozo, o retazos de historia...

    Mientras tanto, te lee..
    Terracera.

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  7. un diálogo genial
    se ve que tienen mucha carga los dos
    y un nombre precioso :)

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