20.11.11

Einstein, Heisenberg y Nietzsche entran en un bar…

… Y la historia continua más o menos así todas las noches:

De cómo Avalon se coronó Traidora y estafó al Mundo, y se guardó las ganas en el dobladillo del pantalón, junto con unas cuantas guerras. Y de cómo aquel día Fígaro se olvidó el sombrero no se sabe dónde, y olvidó atarse los cordones de los zapatos al salir de casa.

Y acabó encontrando las ganas y las guerras de Avalon dentro de una lavadora por la que asomaba un tiburón.



3 comentarios:

  1. Jo, en serio... me encantan estas cosas que escribes. Parecen grandes historias. (Y todos esos nombres son tan chachis!)...

    ... las ganas que tengo de leer algo tuyo con principio, final y páginas de por medio. Lo dejo caer.

    Zinc

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  2. Tu surrealismo, tus mundos imaginarios, tu absurdo.

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  3. Va a ser que me quedo por aquí para seguirte. Me gusta mucho cómo te expresas :)
    Besos.

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