11.6.13

Intentó hablar, de verdad que lo intentó, armó ejércitos, cavó trincheras, reunió votos y firmó tratados internacionales que finalmente quedaron en letra muerta. Pero de verdad que lo intentó. Abrió la boca y… la voz se le rompió en mil pedazos que nadie tuvo la decencia de intentar recoger, se quedaron ahí, a la vista, palabras obscenamente quebradas en el suelo. Preciosas en su derrota. Interminables.

(Cuentos, solo eran cuentos.)

Se le llenaron los ojos de lágrimas, había más agua en aquellos ojos que en el Atlántico y el Mediterráneo juntos. Si te acercabas un poco a aquel océano de lágrimas podías ver el barco de Ulises navegando hacia Ítaca, en aquel mar lleno de monstruos.


Así que se quedó allí, plantada, con su sonrisa rota llena de palabras maltrechas.

1 comentario:

  1. "Si te acercabas un poco a aquel océano de lágrimas podías ver el barco de Ulises navegando hacia Ítaca, en aquel mar lleno de monstruos."

    Yo también quiero lágrimas de ésas, con monstruos y héroes muertos.

    ResponderEliminar